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Robos, corrupción y ‘moches’ empañan la imagen de María del Rosario Quintero

NAVOJOA, SON.- Desde que inició, incluso un día antes de comenzar la administración de la alcaldesa de Navojoa, comenzaron las irregularidades en el gobierno de María del Rosario Quintero Borbón.

Robos, corrupción, aumento de sueldos, moches de dinero, costos inflados en obras y una larga lista de señalamientos, son los que han empañado la imagen de esta alcaldesa, quien acaparó la atención del propio presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, al ser denunciada por una periodista en una de las afamadas conferencias mañaneras.

En 15 de septiembre de 2018, cuando se citó a cabildo, los regidores de diferentes fracciones se percataron que la documentación de Guadalupe Morales no acreditaba su legal residencia en Navojoa para desempeñar el puesto de secretario del Ayuntamiento; sin embargo, los regidores dieron el voto de confianza a la presidenta y al apenas funcionario.

Según el regidor independiente Carlos Quiroz Romo, apenas “calentaban” las sillas en la administración cuando salió a relucir la falsificación de vales de combustible donde aparentemente se utilizaron sellos oficiales y al parecer falsificaron firmas, figurando el hijo de la alcaldesa, Irving Escobosa Quintero como uno de los presuntos responsables.

Después de la denuncia puesta por este delito y comparando números respecto al documento de entrega recepción, la nueva administración morenista tenía un sobre gasto de combustible de más de millón 600 mil pesos para la entonces sexta semana.

Carlos Quiroz, dijo que a dos meses de haberse tomado la silla presidencial, tesorería sufrió un robo histórico de una cantidad incierta, el cual también fue denunciado.

Por si fuera poco y “salpicando” por todos lados, comenzaron a surgir más irregularidades, como lo fue la aprobación de un crédito de 26 millones de pesos que cabildo jamás autorizó, el aumento de sueldo a funcionarios de primer nivel, así como irregularidades en la elaboración del presupuesto 2019, el cual contemplaba partidas mayores en gasto corriente que en obra.

El representante ciudadano junto con homólogos de diferentes fracciones ya denunciaban estas irregularidades ante Contraloría Municipal, ministerios públicos e instancias estatales sin obtener respuesta hasta la fecha.

El regidor recordó que de los 26 millones que adquirió el Ayuntamiento, el Oomapas solicitó un préstamo que aparentemente jamás pagó a la comuna, el cual quedó entre los tres millones 600 o seis mdp.

Además de lo denunciado, el regidor también asegura que existieron irregularidades en la compra de patrullas, en tratamiento de agua potable, un 20 por ciento de aumento en sueldos a trabajadores y la administración navojoense se caracterizó por negar información a cada uno de los hechos denunciados.

Para ponerle “más sabor al caldo” Berenice Jiménez, regidora de extracción panista, también denunció que la alcaldesa habría entregado una obra inconclusa en San Ignacio Cohuirimpo, donde supuestamente había hecho 49 registros sanitarios, cuando la realidad era de 14.

Jiménez Hernández, también señaló que en la administración se habrían cometido más actos de corrupción, los cuales nuevamente envolvieron a la familia de la alcaldesa.

Según la regidora, el Ayuntamiento, presuntamente pagó boletos de avión, hoteles y restaurantes a Irving Escobosa Quintero, hijo de la presidenta, poniendo nuevamente a la alcaldía en el ojo del huracán.

La ciudadana por Acción Nacional compartió que mientras el Ayuntamiento “no sentía lo duro sino lo tupido”, Oomapas también se veía involucrado en estos temas, pues el exdirector administrativo del organismo Luis Arturo Muñoz denunciaba moches económicos que supuestamente le pidieron para  financiar la candidatura 2021 de Rosario Quintero, para apoyar al sonado hijo de la alcaldesa y a su otra hija María de los Ángeles Escobosa.

Mientras el Ayuntamiento “se desgastaba” entre tanta crítica, la paramunicipal le pisaba los talones con otra nueva irregularidad, pues el líder sindical gritó a los cuatro vientos que la alcaldesa había incumplido con el contrato colectivo, había sufrido amenazas y una serie de irregularidades que terminaron casi en un enfrentamiento entre policías y empleados sindicalizados.

Berenice Jiménez, también recordó que Oomapas compró un camión para destapar drenajes, el cual costó un millón 200 mil pesos, mismo que duró más tiempo en talleres que lo que sirvió.

A pesar de todo y cuando parecía que las aguas del Ayuntamiento estaban tranquilas, la administración anunció inversiones de 128 mil pesos por cada cuarto dormitorio que entregó a comunidades, cantidad que fue criticada, pues las habitaciones no llegaban a simple vista a dicha cifra.

La regidora panista finalmente dijo que los costos de estas construcciones estaban “tan inflados” que hasta las lonas de la construcción donde se describía la obra tenían un costo de seis mil pesos, lo cual resultó irreal para “todo el mundo”.