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El Gobierno equipara el nuevo aeropuerto con “el espíritu de la Cuarta Transformación”. López Obrador

El presidente Andrés Manuel López Obrador madrugó más de lo habitual este lunes para demostrar en primera persona que el nuevo aeropuerto no está tan lejos. A las 5 de la madrugada, esquivando el proverbial tráfico de la capital de México, López Obrador tardó poco más de 30 minutos en recorrer en coche los 45 kilómetros que separan el Palacio Nacional de los terrenos del Estado de México donde se levanta la nueva terminal. Desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) dio su conferencia matutina diaria y sacó pecho de la obra: “misión cumplida”. En menos de tres años desde que arrancaron las obras, el presidente inauguró este lunes uno de sus proyectos estrella.

Al terminar la mañanera subió a la torre de control desde donde presenció el aterrizaje del primer vuelo, proveniente de Tijuana, que inauguraba las dos pistas comerciales, a las que hay que añadir otra más para operaciones militares. Tres aerolíneas mexicanas ya están operando en la terminal. Tras varios desencuentros, Aeroméxico ha sido la primera en despegar. El AIFA no es solo una remodelación de una base militar. El Ejército ha construido y va a explotar las operaciones civiles y comerciales mediante una empresa cuya dirección estará ocupadas por altos mandos militares.

Acompañado de la plana mayor del Ejército, y entre vítores del público que se agolpaba a las afueras del hangar, el presidente asistió a los discursos de inauguración. López Obrador no participó en el acto principal debido a las limitaciones por la veda electoral impuesta a menos de tres semanas de que se celebre la consulta para la revocación de mandato. La inauguración de este lunes ha servido también como pistoletazo de salida para un nuevo ciclo electoral en México. Tras la consulta para la revocación -prevista para el10 de abril- llegan también las elecciones estatales – el15 junio- en seis entidades del país.

Tras el himno nacional y ante más de 1.000 invitados, entre otros, un puñado de secretarios de su Gobierno y gobernadores desde Yucatán a Jalisco, el general Gustavo Vallejo, uno de los ingenieros militares al cargo del proyecto, volvió a recordar la celeridad del trabajo, “863 días y noches pese a la pandemia”, además de subrayar que no se excedió del monto presupuestado. El coste de la obra, hasta ahora, 2.600 millones de dólares provenientes del presupuesto público, sin cargo a deuda, ha sido una de las virtudes más resaltadas del proyecto. El monto es menos de un cuarto de los 13.000 millones que suponía el primer proyecto frustrado, el aeropuerto de Texcoco proyectado por el Gobierno de Enrique Peña Nieto y cancelado por López Obrador.

Durante los discursos de inauguración, se repitieron las loas a Benito Juárez, el primer presidente liberal de México y uno de los fetiches históricos de López Obrador. Por indicación expresa del presidente, las obras apretaron el paso para poder inaugurar este lunes, día del natalicio de Juárez, y envolver el acto en un mayor simbolismo. La jefa del Gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum, subrayó los contrastes entre la obra cancelada y la nueva infraestructura, de la que dijo que “representa el espíritu de la Cuarta Transformación”, el ampuloso lema del Gobierno morenista. Sheinbaum también habló de “tenacidad, rectitud y perseverancia” a la hora de acometer la construcción de un nuevo aeropuerto, una demanda histórica en la capital.

El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) acumula una saturación insostenible desde hace casi dos décadas. En el 2019, las autoridades aeroportuarias alertaron que la situación rebasaba los mínimos de seguridad aérea. El nuevo plan es integrar el AIFA, situado a unos 45 kilómetros de Ciudad de México, dentro una red aeroportuaria metropolitana que sume al AICM y una tercera base ya existente en Toluca, Estado de México.

Las principales incógnitas del proyecto se han concentrado en la conectividad y el espacio aéreo compartido. Las proyecciones del Gobierno son que cuando el conglomerado esté a pleno rendimiento alcancé los 159 millones de pasajeros al año, más que la previsión hecha para el aeropuerto cancelado.

El Pais